viernes, 11 de noviembre de 2011

LOS VERBOS VOCÁLICOS

DE LOS VERBOS VOCÁLICOS
2.13.1. De los verbos vocálicos. — De los doce tipos de verbos vocálicos que tiene la lengua española, son irregulares los en -aer, -eír, -oír y -uir y defectivos los en -aír (aparts. [R], [A], [O] y [R], [O] y § 2.12.13, respectivamente). Todos los restantes: en -aar, -ear, -iar, -oar, -uar, -eer y -oer son regulares. Los terminados en -iar y -uar ofrecen problemas de delimitación silábica entre las dos vocales y existe alguna interferencia entre -iar y -ear. Dedicamos este capítulo a las dos cuestiones.

2.13.2 Verbos que terminan en -iar. — Según la acentuación de sus formas fuertes (todo el singular y la 3.a persona de plural de los dos presentes y el singular del imperativo) los verbos en -iar se dividen en dos clases: los que acentúan prosódicamente la -í-como amnistío y los que acentúan prosódicamente la sílaba anterior como angustio. En el primer caso, el grupo io aparece fragmentado en dos sílabas, en el segundo forma un diptongo inacentuado. La primera clase de verbos es menos extensa que la segunda. Un reducido número de verbos vacila entre las dos acentuaciones. Examinamos a continuación unos y otros.

2.13.3 Tipo -io. — Pertenecen a esta clase los verbos siguientes:

1.o Los verbos como criar, liar, piar, cualquiera que sea su origen o formación, y sus compuestos:

ciar;

criar, recriar, malcriar;

fiar, confiar, porfiar, desafiar, desconfiar;

guiar;

liar, aliar, desliar, reliar;

piar
‘cantar de algunas aves’.

La misma acentuación y el mismo hiato se dan en latín en los verbos, tan escasos como los españoles, que se corresponden con el modelo anterior: lat. pi-o ‘expiar’, pi-as, pi-at, etc. como esp. crí-o, crí-as, crí-a, etc. Cuando los verbos españoles en -iar que proceden de verbos latinos o que se han formado según modelos latinos tienen por lo menos una sílaba más en el infinitivo, la correspondencia entre el latín y el español sigue manteniéndose en la mayor parte de los verbos en cuanto al acento: lat, obvio, esp. obvio, con ob- acentuado en los dos casos. Pero la distribución silábica es diferente: lat. ob-vi-o (trisílabo), esp. ob-vio (bisílabo) con diptongo en la última sílaba. Por eso, ob-vio no es una excepción a la ley acentual (v. § 2.10.5) según la cual los presentes latinos con formas esdrújulas pierden su condición de esdrújulos en español.

2.o Los derivados de sustantivos o adjetivos bisílabos en -ío, -ía:

Arriar ‘inundar’ (de río);

aviar, desviar, enviar, extraviar, desaviar, reenviar (de vía);

desliar ‘separar las heces del mosto’ (de lía);

enfriar, resfriar (de frío);

expiar (del adj. pío).

3.o Los derivados de nombres sustantivos de más de dos sílabas terminados en -ío, -ía, cualquiera que sea su origen:

amnistiar (de amnistía);

averiar (de avería);

enlejiar (de lejía);

espiar (de espía);

estriar (de estría);

fotografiar, litografiar, radiografiar, etc. (de fotografía, litografía, radiografía) y por analogía otros de la misma composición: telegrafiar, cablegrafiar, etc.;

hastiar (de hastío);

vigiar (de vigía).

4.o Verbos derivados de nombres sustantivos, cualquiera que sea su origen, cuya última sílaba tiene una cima simple que es i, acentuada o no prosódicamente:

esquiar (de esquí);

extasiarse (de éxtasis).

5.o El verbo arriar ‘bajar velas de un buque’ conserva el mismo acento y la misma organización silábica que arrear ‘adornar’ (arrí-o, arre-o).

6.o Verbos cuya pertenencia al tipo -ío no se explica, como en los apartados anteriores, por derivación:

descarriar;

chirriar;

rociar;

ataviar
.

7.o Verbos que por su formación pertenecen al tipo siguiente: contrariar derivado de contrario como sumariar de sumario, pero se apartan de él por su acentuación: contrarí-o frente a suma-rio (v. § 2.13.4, 1.o):

Contrariar (de contrario);

variar (de vario) y su compuesto desvariar;

ampliar (de lat. ampliare);

inventariar (de inventario).

2.13.4 Tipo -io. — Pertenecen a este grupo:

1.o Verbos introducidos como cultismos en diferentes épocas, que son traslado de verbos latinos en -iare (estos verbos latinos, como su réplica española, tienen el acento prosódico de sus formas fuertes en la sílaba que antecede a la -i-), así: excoriar (lat. excoriare): esp. excoria, lat. excóriat; compendiar (lat. compendiare), etc., y verbos derivados o compuestos de nombres sustantivos en -ia, -ie, -io y de adjetivos en -io, -ia, como sentenciar (de sentencia), seriar (de serie), refugiar (de refugio), entibiar (de tibio) o compuestos de otros verbos en -iar, así desagraviar (de agraviar). Los verbos derivados de nombres españoles o compuestos con verbos españoles son muchos más en número que los tomados directamente del latín. A continuación recogemos los de mayor uso, ordenados alfabéticamente por la consonante o grupo inicial de consonantes que precede a la -i-:

abreviar, agraviar, aliviar, cambiar, desagraviar, diluviar, enlabiar, enrubiar, enturbiar, obviar, rabiar, resabiarse;

abrenunciar, acariciar, acuciar, agenciar, agraciar, ajusticiar, anunciar, apreciar, arreciar, asociar, auspiciar, beneficiar, circunstanciar, codiciar, comerciar, conferenciar, congraciar, denunciar, depreciar, desahuciar, desgraciar, desperdiciar, despreciar, diferenciar, diligenciar, disociar, distanciar, divorciar, engraciar, enjuiciar, enranciar, ensuciar, enunciar, enviciar, espaciar, evidenciar, iniciar, licenciar, maleficiar, maliciar, menospreciar, negociar, noticiar, oficiar, potenciar, preciar, presenciar, pronunciar, propiciar, ranciar, renunciar, residenciar, reverenciar, saciar, sentenciar, silenciar, substanciar (o sustanciar), terciar, viciar;

asediar, comediar, compendiar, custodiar, demediar, entremediar, envidiar, estudiar, fastidiar, incendiar, incordiar, intermediar, insidiar, irradiar, mediar, odiar, parodiar, promediar, radiar, remediar, salmodiar;

atrofiar, hipertrofiarse;

arpegiar, colegiarse, contagiar, desprestigiar, elogiar, plagiar, presagiar, prestigiar, privilegiar, refugiar;

exiliar, expoliar (o espoliar), foliar;

agremiar, apremiar, encomiar, premiar, vendimiar;

calumniar, congeniar, endemoniar, ingeniar, matrimoniar, miniar, testimoniar;

acopiar, apropiar, columpiar, copiar, expropiar, limpiar, principiar, repropiarse, tapiar;

obsequiar;

asalariar, endemoniarse, excoriar (o escoriar), feriar, injuriar, seriar, sumariar, vanagloriar;

anestesiar, asfixiar;

angustiar, enmustiar, mustiarse, sitiar;

industriar.

2.o Verbos que pertenecen al tipo -io, pero con formación diferente de los del apartado anterior:

agobiar;

desquiciar;

empapuciar;

escanciar;

escariarse;

lidiar;

lisiar;

rumiar.

2.13.5 Verbos que vacilan entre la acentuación -ío y la acentuación -io. — Casi todos ellos proceden de una base española de derivación nominal (como la mayor parte de los recogidos en los §§ 2.13.3, 7.o y 2.13.4, 1.o): así conciliar (de concilio), historiar (de historia), etc. Los ordenamos alfabéticamente a continuación y señalamos las excepciones.

afiliar (no anterior al s. XIX, compuesto de filiar o derivado del lat. filius, como el mismo filiar). Afilio es la acentuación más corriente.

agriar (de un supuesto verbo latino-vulgar *acriare; el adjetivo agrio procede de agriar, según lo más probable). Hoy es más frecuente agrío que agrio.

ansiar. La acentuación ansío es más corriente que ansio.

auxiliar. La acentuación auxilío es rara.

cariar. Verbo muy moderno de poco uso, defectivo de persona. La forma carí-a es la recomendada por Cuervo.

conciliar y su compuesto reconciliar. Más frecuentes concilio y reconcilio.

filiar (de lat. filius), Más usado filio, como afilio.

expatriar y repatriar. Se emplean más las formas en -ío.

Gloriarse. En contraste con vanagloriarse (v. 2.13.4, 1.o), se emplea más glorío que glorio.

historiar. Historio e historío.

paliar. Palio o palío.

vaciar. Está muy extendido vacio, sobre todo en el habla popular. En la lengua literaria lo más general es vacío.

vidriar. Lo más usado es vidrío.

zurriar ‘zumbar’. Suele darse preferencia a zurrío.

2.13.6. Resumen. — Como hemos visto, la sílaba acentuada en las formas fuertes de los verbos en -iar coincide, en la mayor parte de los casos, con la de la base del verbo o con la del verbo latino que este reproduce. Cuando no es así, la asimetría surge casi sin excepción por retrasarse el acento hasta la sílaba -i-, en virtud de causas no del todo conocidas. Los verbos en -ear, que acentúan siempre la -e- en las formas fuertes, pueden haber influido analógicamente en la dilación acentual de los verbos en -iar cuando esta dilación se produce. Como origen de un verbo en -iar del tipo -ío se encuentra incluso a veces un verbo en -ear (para arreo > arrío, v. § 2.13.3, 5.o). Es posible también que en determinadas épocas los verbos franceses en -ier, que acentúan siempre la -i- en las formas fuertes, basten para explicar el fenómeno: fr. contrari(e) > esp. contraría, histori(e) > historía, expatri(e) > expatría, etcétera. La anticipación del acento ocurre solo en el verbo vaciar (v. nota 17 y texto correspondiente), acaso por la atracción que ha ejercido sobre él la gran masa de verbos en -ciar que diptongan en su totalidad (v. § 2.13.4, 1.o). En resumen, el número de verbos en -iar que diptongan es muy superior al de los verbos en -iar que emplean el hiato (§ 2.13.2).

Pero donde se da mayor afinidad es entre los verbos en -iar del tipo -io y los verbos en -ear, verbos que en el habla popular de algunos territorios, especialmente americanos, han llegado a una fusión más o menos completa de sus formas silábicas y acentuales. En el gauchesco de Argentina, por ejemplo, un verbo como ladear conserva su estructura tradicional en las formas fuertes, con acento prosódico en e y separación silábica entre las dos vocales: ladeo /ladé-o/, ladea, ladean, pero sus formas débiles son como las de un verbo en -iar del grupo -io: ladiamos /la-diá-mos/ ladiara, ladiar, etc. (lo mismo que lidiamos, lidiara, lidiar). Inversamente, el verbo lidiar conserva la estructura tradicional en sus formas débiles: lidiamos /li-diá-mos/, lidiara, lidiar, etc., pero sus formas fuertes son como las de un verbo en -ear: lideo /lidé-o/, lidea, lidean (como ladeo, ladea, ladean), etc., con lo que los dos paradigmas, acentual y silábicamente, resultan iguales.

lunes, 24 de octubre de 2011

RESUMEN DEL PRONOMBRE

Es una palabra variable que sustituye al sustantivo o al grupo nominal en la oración.

CLASIFICACIÓN

1.  PERSONALES: Son los que hacen referencia a las tres personas gramaticales —primera: la persona que habla; segunda: la persona a quien se habla; y tercera: la que se refiere a cualquier otra persona o cosa.

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Persona
De Sujeto
De Complemento Directo
De Complemento Indirecto
De Complemento Indirecto con preposición
De Complemento Circunstancial
PRIMERA
yo
nosotros (as)
me
nos
me
nos
(a/para) mí.
nosotros.
conmigo
SEGUNDA
tú, vos, usted
vosotros (as), ustedes
te
os
te,
os.
(a/para) ti.
(a/para) usted, ustedes.
contigo
TERCERA
él, ella, ello,
ellos, ellas.
se, lo, la,
se, los, las
se, le,
se, les.
(a/para) sí.
(a/para) ellos, ellas)
consigo
 
* La segunda persona singular formal “usted”, tiene como pronombres personales de complemento directo y de complemento indirecto las mismas formas que la tercera persona singular “él” y “ella”.

* Leísmo es el uso del pronombre “le” como un pronombre personal de complemento directo.  Por ejemplo, en vez de “Lo vi” el leísmo diría “Le vi”.    Es usual en España.  Entonces el uso del pronombre “lo” se llama loísmo y es frecuente en Latinoamérica.
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2.
Demostrativos:  Sitúan a los objetos en relación con las personas gramaticales.
esta, este, esto, estas, estos.
esa, ese, eso, esas, esos.
aquella, aquel, aquello, aquellas, aquellos.
3.
Posesivos:  Denotan posesión o pertenencia en relación con las personas gramaticales.
Primera Persona:  mío, mía, míos, mí, nuestro, nuestro, nuestras, nuestras.
Segunda Persona:  tuyo, tuya, tuyos, tuyas, tú, vuestro, vuestros, vuestra, vuestras.
Tercera Persona:  suyo, suyos, suya, suyas.
4.
Relativos:  Son los que se refieren a un sustantivo previamente conocido llamado antecedente.
Singular:  que, cual, quien, cuyo, cuya, cuanto, cuanta.

Plural:  que, cuales, quienes, cuyos, cuyas, cuantos, cuantas.
5.
Interrogativos:  Estos pronombres se emplean para preguntar.
Singular:  qué, cuál, quién, cuánto, cuánta.

Plural:  qué, cuáles, quiénes, cuántos, cuántas.
6.
Indefinidos:  Sustituyen a una persona o cosa poco concretada o que no interesa especificar.
Singular:  alguien, nadie, cualquiera, quienquiera, algo, nada, uno, ninguno, ninguna, todo.

Plural:  cualesquiera, quienesquiera, ningunos, ningunas, todas, todos.
NOTA
La mayoría de los pronombres se parecen en su forma a los adjetivos determinativos, sin embargo se diferencian en que los adjetivos acompañan al sustantivo, mientras que los pronombres lo sustituyen.

Aquella montaña:  Adjetivo determinativo demostrativo.  Antecede a un sustantivo.

Aquélla nos dijo toda la verdad:  pronombre demostrativo en función de sujeto de la oración.  Sustituye al sustantivo y lleva acento ortográfico.


PRONOMBRES DE TRATAMIENTO PERSONAL


En Hispanoamérica, el tratamiento entre las personas se distingue según la situación formal o informal.  Así pues, el tratamiento formal se hace a través del “ustedeo", es decir el uso la segunda persona singular “usted”.  El “ustedeo” es empleado en situaciones de formalidad o cuando hablamos con superiores o personas consideradas de respeto.  El plural de esta persona es “ustedes”.



            En el tratamiento informal se emplea el “tuteo”, es decir el uso del tú en las relaciones familiares o de amigos. 



            Sin embargo, mientras que el tuteo es común en muchos países de Latinoamérica, también es cierto que en otros, como es el caso de Costa Rica, Nicaragua, Argentina y otros, se usa el “voseo”, o uso del “vos”, en el tratamiento informal en vez del tuteo.  En Costa Rica, en cuanto al uso de los pronombres de tratamiento, para el singular se emplea el “vos” y “usted”, con distintas reglas de distribución social.  Si bien el primero se usa en condiciones de camaradería y solidaridad, y el segundo denota distanciamiento y respeto, hay alternativas de “vos” y “usted”, por ejemplo entre hermanos y enamorados.  Para el plural, se emplea “ustedes”.



            Mientras en España, el plural de la segunda persona “tú” es “vosotros”, en Latinoamérica, se utiliza el “ustedes” como plural de “tú” y de “vos”.

RESUMEN DEL ADJETIVO Y SU CLASIFICACIÓN


EL ADJETIVO


El adjetivo es un adyacente del sintagma nominal (SN). SE clasifica en: Determinativo y Calificativo.
DETERMINATIVOS: pueden ser:




Demostrativos: este, ese, aquel.


Posesivos: mi, tu, su.

Numerales:


Cardinales: números exactos.


Ordinales: Indican un orden en una serie.

Indefinidos: algún, otro, varios.

CALIFICATIVOS: Califican al nombre.


Los adjetivos con los sustantivos adquieren en español un orden alternativo. Aunque expresan

cualidades del nombre, a veces pueden tener otra finalidad y pueden ser:

Explicativos: Se limita a exponer una cualidad del nombre sin otra intención que describirlo o

resaltarlo. Es llamado también epíteto.
Especificativos: Cuando diferencian al sustantivo dentro de su conjunto. Van pospuestos y


son restrictivos. Destacan una cualidad del nombre de forma diferenciadora. Éstos pueden ser:
Circunstanciales: vecino, lejano.


Activos: Son los que derivan del verbo; impresionante, promotor.


Y semánticamente(por el contenido, es decir, lo que me está diciendo respecto al sustantivo), se

dividen en:

Valorativos: Son los que más se prestan a la valoración emotiva, son subjetivos. Con

frecuencia van antepuestos, aunque se posponen cuando son especificativos; muchacha

atractiva.
Descriptivos: Se trata de cualidades objetivas, en las que poco influye la subjetividad.


Normalmente van pospuestos.
De relación o pertenencia: Van siempre detrás del sustantivo, raramente van delante.


Cuasideterminativos: Suelen ir antepuestos, ya q su valor los aproxima a los actualizadores o

determinantes. Alguna vez se pueden posponer. El contexto influye en la elección del orden

del adjetivo; Al siguiente día, la próxima semana, los días sucesivos.
En cuanto a su función, el adjetivo desempeña las siguientes:


Adjunto directo al nombre: puede ser prenominal o postnominal, según se quieran establecer

distinciones semánticas relevantes. Estos adjetivos se llaman atributivos.
Núcleo del predicado nominal: El atributo en las oraciones copulativas.


Complemento predicativo: Cuando modifica a un nombre y a un verbo no copulativo a la vez. En este

caso se le llama adjetivo predicativo; Los estudiantes aguardaban silenciosos.
Con valor adverbial: Cuando no cambia ni de género ni de número.


GRADOS DEL ADJETIVO
Positivo: Si expresa simplemente la cualidad. Sobre la base formal del adjetivo se forman los 2


grados: comparativo y superlativo.
Comparativo: Cuando pone a los dos términos en relación de superioridad (más, mayor...que)


o inferioridad (menos, menor...que)
El adjetivo puede presentarse en forma sintética con: mejor, mayor o peor. Y en forma

analítica con: más o menos.

Superlativo: Indica el grado sumo de la cualidad. Adopta 2 formas:


Morfemático:


Con los sufijos −ísimo o −érrimo.

×
Con el prefijo requete−.


Sintagmático:


Con un adverbio intensificador: muy, sumamente.

Con la reiteración de las palabras: tonto que tonto.

USOS DEL GERUNDIO

ANDANDO QUE ES GERUNDIO:

DEFINICIÓN, CARACTERÍSTICAS Y USOS DE ESTA FORMA VERBAL



Definición y características del Gerundio

El gerundio pertenece junto al infinitivo y  participio a las formas no personales del verbo y una de sus principales características es que posee un matiz de adverbio. Consigue crear un efecto de continuidad; tiene un carácter durativo; extiende la acción, fijémonos sino en la siguiente frase: El bolígrafo resbaló por el suelo escondiéndose detrás de la mesita.

Esta forma verbal puede manifestar un momento anterior (En acabando, nos vamos. Es decir, “nada más acabar…”), coincidente (Visitando el Zoo, fue donde conoció a María, o sea “mientras visitaba…”) o inmediatamente posterior (Salió enfadado, cerrando la puerta de un portazo, o sea “tras cerrar la puerta…”) al momento indicado por el verbo principal con el que se encuentra relacionado. De hecho, el gerundio nos señala el momento en que se realiza la acción del verbo subordinante o principal; pero también puede significar una condición (Paseando por la ciudad, se conoce a mucha gente, o sea “Si se pasea…”) o causa de la acción principal (Siendo del Norte el frío lo soportamos bien, o sea “Como somos del Norte…”).

Usos Incorrectos

Pero es totalmente incorrecto y, por tanto, rechazable el uso del gerundio cuando este indica una posterioridad no inmediata respecto a la acción señalada por el verbo principal.

Ejemplos:

-* Fui al gimnasio comiendo un bocadillo. (“Fui al gimnasio mientras comía un bocadillo.” Se admite la sustitución, por lo que el gerundio es correcto.)

- *Ha habido un accidente, muriendo cuatro personas. (La sustitución es incorrecta; debemos sustituir el gerundio por otra alternativa, como por ejemplo “Ha habido un accidente, tras el cual han muerto cinco personas”.)

Es un anglicismo el uso del gerundio con valor de adjetivo especificativo, sobre todo, cuando hace referencia a cosas. Tampoco es correcto referido a personas cuando éstas señalan cualidad, estado o acción muy lenta y no indican una auténtica acción o cambio:

 - *Ha salido una ley regulando los precios de la gasolina. (En este caso lo correcto sería decir “reguladora o que regula los precios de la gasolina”.)

- *Me mostraron una bolsa conteniendo armas. (En este caso lo correcto sería decir “que contenía armas”.)

- *Se necesita asistenta sabiendo cocinar. (Lo correcto en este caso sería “que sepa cocinar”.)

- *Juan está casado con Dolores siendo padre de tres hijos. (Lo correcto sería “y es padre de…”.)

NOTA: Son correctos, sin embargo, los sintagmas “agua hirviendo” y “clavo ardiendo”.

Tampoco es correcto el gerundio que acompaña a nombres con función de complementos indirectos o circunstanciales:

- *Me crucé con dos hombres propinándose puñetazos. (Lo correcto sería “que se propinaban puñetazos”.)

- *He dado un euro a un pobre pidiendo limosna. (Lo correcto sería “a un pobre que pedía  limosna”.)

El gerundio no debe aludir a ninguna palabra que desempeñe en la oración una función distinta a la de sujeto (Caminando por el parque, me encontré a un amigo) o de OD de persona, aunque en este último caso pueden producirse ambigüedades como demuestra el siguiente ejemplo:

- *Vi a tu hijo bajando del avión. (Podemos preguntarnos: ¿Quién era el que bajaba del avión?)

Y es que la ambigüedad acecha a muchas frases en que el gerundio complementa a un OD. Por tanto, quizá sería preferible evitar frases como éstas.

Por otro lado, el abuso de la perífrasis de gerundio (ESTAR SIENDO + PARTICIPIO) con sentido de presente actual o habitual, durativo o imperfectivo, es un anglicismo que conviene evitar, ya que este uso es más propio del inglés. Además, ese valor del presente continuo entra dentro de los valores del presente de indicativo, o puede hacerse explícito mediante la perífrasis SER o ESTAR + PARTICIPIO. Sería, por ejemplo el caso de los siguientes ejemplos:

- *La propuesta está siendo estudiada con mucho empeño. (Sería  mejor decir que “se estudia o ha sido estudiada…”.)

Usos Correctos

Es, sin embargo, correcto el gerundio cuando complementa a un sujeto y constituye el centro de una proposición subordinada:

- Me acerqué a María deseando darle un abrazo.

- Los niños, jugando en el parque, se ensuciaron mucho. (De hecho podríamos para comprobar su correcto hacer la siguiente sustitución “Los niños cuando jugaban o mientras jugaban en el parque, se ensuciaron mucho”.)

Es, asimismo, correcto el gerundio que complementa a un  OD de persona  (siempre que el verbo signifique acción o cambio); pero es a veces incorrecto si el OD al que acompaña es de cosas:

- He visto a un niño durmiendo en la cuna.

*He visto un camino desprendiendo mucho polvo. (En este caso, sería más correcto decir “que desprendía mucho polvo”.)

NOTA: No está del todo claro el límite entre la corrección y la incorrección en este último caso, ya que parecen perfectamente aceptables frases como las siguientes:

- He visto una estrella corriendo por el cielo

- Vi una hoja cayendo del árbol

Por último, la expresión “Como + gerundio” es correcta cuando se quiere expresar una comparación; pero, por el contrario, utilizar esta construcción en otros contextos sintácticos es un galicismo inaceptable:

- Habló como queriendo disculparse. (Uso Correcto. Además podría sustituirse para su comprobación por “igual o lo mismo que si…”.)

*- Rechazó los argumentos como siendo carentes de razón. (Sería mejor decir: por ser carentes de rezón.)

Por último, hoy se considera arcaica la construcción “En + gerundio” aunque todavía se encuentra en algún texto escrito con el significado de inmediata anterioridad. En el castellano antiguo fue muy frecuente con el valor de “coexistencia en el tiempo”.

- Llamaré por teléfono, en llegando a casa. (Uso un poco extraño, pero correcto.)

Conclusión

Muchas veces por el desconocimiento de las funcione y significado de esta forma verbal, o bien por influencia de otras lenguas como el francés y el inglés tenemos dudas y dificultades para emplearla o la empleamos mal. Algunas veces se solucionan esto problemas evitando su uso, pero este hecho va en detrimento de nuestra expresión lingüística, ya que el correcto uso del Gerundio enriquece, sin duda, nuestro lenguaje.


PERÍFRASIS VERBALES

FUNCIONES DE LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO

Formas no personales del verbo 

El infinitivo, gerundio y participio del verbo son las formas no personales del verbo, y reciben este nombre por carecer del morfema de persona y número; carecen también de contenido temporal y modal, y se diferencian sólo por su aspecto, perfecto (acción terminada) en el participio e imperfecto (acción en desarrollo) en el gerundio; el infinitivo es también indiferente al aspecto.

Estas formas se utilizan de tres maneras diferentes: 

  • Uso nominal: el infinitivo equivale al sustantivo, el gerundio al adverbio y el participio al adjetivo. 
  • Uso verbal: constituyen el núcleo del predicado de proposiciones subordinadas. 
  • En perífrasis: aparecen como verbo auxiliado en perífrasis verbales. 

Infinitivo

Muestra la acción fuera de toda perspectiva temporal; únicamente admite la anterioridad respecto al momento del habla u otro especificado en el contexto, si se utiliza la forma compuesta (haber + participio). Su doble carácter verbal y nominal le permite constituirse en núcleo de sintagma nominal o de sintagma verbal: 

  • Núcleo de sintagma nominal: el buen beber
  • Núcleo de sintagma verbal: beber agua en un vaso. 

Funciones

  • Sujeto: Querer es poder 
  • Atributo: Querer es poder 
  • Complemento predicativo: Te vi venir 
  • Complemento directo: Quiero comprar un coche 
  • Complemento indirecto: Dedicó su vida a hacer el bien 
  • Complemento de régimen (suplemento): Trató de enviarla carta inmediatamente 
  • Complemento circunstancial: Lo comprendió todo al hablar con él 
  • Complemento de un sustantivo: Me gusta su manera de hablar 
  • Complemento de un adjetivo: Es difícil de entender 
  • Complemento de un adverbio: Se marchó después de saludar a todos 

Usos anómalos

  • Sustitución del imperativo en 2ª persona del plural por el infinitivo: ¡Callar! 
  • Como núcleo verbal de una oración completa, por omisión de los verbos deber, querer o similares: Ante todo, decir que nada de esto es cierto. 

Gerundio

Muestra la acción durante su transcurso; indica simultaneidad con el verbo principal. La forma compuesta (habiendo + participio) indica anterioridad. 

Funciones

  • Complemento circunstancial. Sus valores semánticos pueden ser: 
  • Modo: Salió corriendo. 
  • Causa: Comprendiendo la dificultad, desistió. 
  • Condición: Teniendo precaución, todo saldrá bien. 
  • Concesión: Aun siendo cierto, no puedo creerlo. 
  • Complemento predicativo: Te vi saltando la tapia. 
  • Complemento de un sustantivo (habitualmente en títulos): Niños comiendo fruta. 

Usos anómalos

  • Con valor de posterioridad: Salió temprano, volviendo varias horas después. 
  • Complemento especificativo de un sustantivo: El hombre comprando el periódico es mi padre. 

Participio

Muestra la acción tras su terminación. No admite la forma compuesta. Equivale al adjetivo, y habitualmente se considera como tal más que como verbo. Tiene habitualmente sentido pasivo. 

Funciones

  • Complemento de un sustantivo: El hombre vestido de gris es mi padre. 
  • Atributo: La barca estaba anclada en la orilla. 
  • Complemento predicativo: Te vi sentado en la plaza. 
  • Complemento circunstancial (en construcción absoluta, es decir, con un sustantivo concordado que funciona como sujeto del participio): Terminada la fiesta, todos se marcharon.