viernes, 11 de noviembre de 2011

LOS VERBOS VOCÁLICOS

DE LOS VERBOS VOCÁLICOS
2.13.1. De los verbos vocálicos. — De los doce tipos de verbos vocálicos que tiene la lengua española, son irregulares los en -aer, -eír, -oír y -uir y defectivos los en -aír (aparts. [R], [A], [O] y [R], [O] y § 2.12.13, respectivamente). Todos los restantes: en -aar, -ear, -iar, -oar, -uar, -eer y -oer son regulares. Los terminados en -iar y -uar ofrecen problemas de delimitación silábica entre las dos vocales y existe alguna interferencia entre -iar y -ear. Dedicamos este capítulo a las dos cuestiones.

2.13.2 Verbos que terminan en -iar. — Según la acentuación de sus formas fuertes (todo el singular y la 3.a persona de plural de los dos presentes y el singular del imperativo) los verbos en -iar se dividen en dos clases: los que acentúan prosódicamente la -í-como amnistío y los que acentúan prosódicamente la sílaba anterior como angustio. En el primer caso, el grupo io aparece fragmentado en dos sílabas, en el segundo forma un diptongo inacentuado. La primera clase de verbos es menos extensa que la segunda. Un reducido número de verbos vacila entre las dos acentuaciones. Examinamos a continuación unos y otros.

2.13.3 Tipo -io. — Pertenecen a esta clase los verbos siguientes:

1.o Los verbos como criar, liar, piar, cualquiera que sea su origen o formación, y sus compuestos:

ciar;

criar, recriar, malcriar;

fiar, confiar, porfiar, desafiar, desconfiar;

guiar;

liar, aliar, desliar, reliar;

piar
‘cantar de algunas aves’.

La misma acentuación y el mismo hiato se dan en latín en los verbos, tan escasos como los españoles, que se corresponden con el modelo anterior: lat. pi-o ‘expiar’, pi-as, pi-at, etc. como esp. crí-o, crí-as, crí-a, etc. Cuando los verbos españoles en -iar que proceden de verbos latinos o que se han formado según modelos latinos tienen por lo menos una sílaba más en el infinitivo, la correspondencia entre el latín y el español sigue manteniéndose en la mayor parte de los verbos en cuanto al acento: lat, obvio, esp. obvio, con ob- acentuado en los dos casos. Pero la distribución silábica es diferente: lat. ob-vi-o (trisílabo), esp. ob-vio (bisílabo) con diptongo en la última sílaba. Por eso, ob-vio no es una excepción a la ley acentual (v. § 2.10.5) según la cual los presentes latinos con formas esdrújulas pierden su condición de esdrújulos en español.

2.o Los derivados de sustantivos o adjetivos bisílabos en -ío, -ía:

Arriar ‘inundar’ (de río);

aviar, desviar, enviar, extraviar, desaviar, reenviar (de vía);

desliar ‘separar las heces del mosto’ (de lía);

enfriar, resfriar (de frío);

expiar (del adj. pío).

3.o Los derivados de nombres sustantivos de más de dos sílabas terminados en -ío, -ía, cualquiera que sea su origen:

amnistiar (de amnistía);

averiar (de avería);

enlejiar (de lejía);

espiar (de espía);

estriar (de estría);

fotografiar, litografiar, radiografiar, etc. (de fotografía, litografía, radiografía) y por analogía otros de la misma composición: telegrafiar, cablegrafiar, etc.;

hastiar (de hastío);

vigiar (de vigía).

4.o Verbos derivados de nombres sustantivos, cualquiera que sea su origen, cuya última sílaba tiene una cima simple que es i, acentuada o no prosódicamente:

esquiar (de esquí);

extasiarse (de éxtasis).

5.o El verbo arriar ‘bajar velas de un buque’ conserva el mismo acento y la misma organización silábica que arrear ‘adornar’ (arrí-o, arre-o).

6.o Verbos cuya pertenencia al tipo -ío no se explica, como en los apartados anteriores, por derivación:

descarriar;

chirriar;

rociar;

ataviar
.

7.o Verbos que por su formación pertenecen al tipo siguiente: contrariar derivado de contrario como sumariar de sumario, pero se apartan de él por su acentuación: contrarí-o frente a suma-rio (v. § 2.13.4, 1.o):

Contrariar (de contrario);

variar (de vario) y su compuesto desvariar;

ampliar (de lat. ampliare);

inventariar (de inventario).

2.13.4 Tipo -io. — Pertenecen a este grupo:

1.o Verbos introducidos como cultismos en diferentes épocas, que son traslado de verbos latinos en -iare (estos verbos latinos, como su réplica española, tienen el acento prosódico de sus formas fuertes en la sílaba que antecede a la -i-), así: excoriar (lat. excoriare): esp. excoria, lat. excóriat; compendiar (lat. compendiare), etc., y verbos derivados o compuestos de nombres sustantivos en -ia, -ie, -io y de adjetivos en -io, -ia, como sentenciar (de sentencia), seriar (de serie), refugiar (de refugio), entibiar (de tibio) o compuestos de otros verbos en -iar, así desagraviar (de agraviar). Los verbos derivados de nombres españoles o compuestos con verbos españoles son muchos más en número que los tomados directamente del latín. A continuación recogemos los de mayor uso, ordenados alfabéticamente por la consonante o grupo inicial de consonantes que precede a la -i-:

abreviar, agraviar, aliviar, cambiar, desagraviar, diluviar, enlabiar, enrubiar, enturbiar, obviar, rabiar, resabiarse;

abrenunciar, acariciar, acuciar, agenciar, agraciar, ajusticiar, anunciar, apreciar, arreciar, asociar, auspiciar, beneficiar, circunstanciar, codiciar, comerciar, conferenciar, congraciar, denunciar, depreciar, desahuciar, desgraciar, desperdiciar, despreciar, diferenciar, diligenciar, disociar, distanciar, divorciar, engraciar, enjuiciar, enranciar, ensuciar, enunciar, enviciar, espaciar, evidenciar, iniciar, licenciar, maleficiar, maliciar, menospreciar, negociar, noticiar, oficiar, potenciar, preciar, presenciar, pronunciar, propiciar, ranciar, renunciar, residenciar, reverenciar, saciar, sentenciar, silenciar, substanciar (o sustanciar), terciar, viciar;

asediar, comediar, compendiar, custodiar, demediar, entremediar, envidiar, estudiar, fastidiar, incendiar, incordiar, intermediar, insidiar, irradiar, mediar, odiar, parodiar, promediar, radiar, remediar, salmodiar;

atrofiar, hipertrofiarse;

arpegiar, colegiarse, contagiar, desprestigiar, elogiar, plagiar, presagiar, prestigiar, privilegiar, refugiar;

exiliar, expoliar (o espoliar), foliar;

agremiar, apremiar, encomiar, premiar, vendimiar;

calumniar, congeniar, endemoniar, ingeniar, matrimoniar, miniar, testimoniar;

acopiar, apropiar, columpiar, copiar, expropiar, limpiar, principiar, repropiarse, tapiar;

obsequiar;

asalariar, endemoniarse, excoriar (o escoriar), feriar, injuriar, seriar, sumariar, vanagloriar;

anestesiar, asfixiar;

angustiar, enmustiar, mustiarse, sitiar;

industriar.

2.o Verbos que pertenecen al tipo -io, pero con formación diferente de los del apartado anterior:

agobiar;

desquiciar;

empapuciar;

escanciar;

escariarse;

lidiar;

lisiar;

rumiar.

2.13.5 Verbos que vacilan entre la acentuación -ío y la acentuación -io. — Casi todos ellos proceden de una base española de derivación nominal (como la mayor parte de los recogidos en los §§ 2.13.3, 7.o y 2.13.4, 1.o): así conciliar (de concilio), historiar (de historia), etc. Los ordenamos alfabéticamente a continuación y señalamos las excepciones.

afiliar (no anterior al s. XIX, compuesto de filiar o derivado del lat. filius, como el mismo filiar). Afilio es la acentuación más corriente.

agriar (de un supuesto verbo latino-vulgar *acriare; el adjetivo agrio procede de agriar, según lo más probable). Hoy es más frecuente agrío que agrio.

ansiar. La acentuación ansío es más corriente que ansio.

auxiliar. La acentuación auxilío es rara.

cariar. Verbo muy moderno de poco uso, defectivo de persona. La forma carí-a es la recomendada por Cuervo.

conciliar y su compuesto reconciliar. Más frecuentes concilio y reconcilio.

filiar (de lat. filius), Más usado filio, como afilio.

expatriar y repatriar. Se emplean más las formas en -ío.

Gloriarse. En contraste con vanagloriarse (v. 2.13.4, 1.o), se emplea más glorío que glorio.

historiar. Historio e historío.

paliar. Palio o palío.

vaciar. Está muy extendido vacio, sobre todo en el habla popular. En la lengua literaria lo más general es vacío.

vidriar. Lo más usado es vidrío.

zurriar ‘zumbar’. Suele darse preferencia a zurrío.

2.13.6. Resumen. — Como hemos visto, la sílaba acentuada en las formas fuertes de los verbos en -iar coincide, en la mayor parte de los casos, con la de la base del verbo o con la del verbo latino que este reproduce. Cuando no es así, la asimetría surge casi sin excepción por retrasarse el acento hasta la sílaba -i-, en virtud de causas no del todo conocidas. Los verbos en -ear, que acentúan siempre la -e- en las formas fuertes, pueden haber influido analógicamente en la dilación acentual de los verbos en -iar cuando esta dilación se produce. Como origen de un verbo en -iar del tipo -ío se encuentra incluso a veces un verbo en -ear (para arreo > arrío, v. § 2.13.3, 5.o). Es posible también que en determinadas épocas los verbos franceses en -ier, que acentúan siempre la -i- en las formas fuertes, basten para explicar el fenómeno: fr. contrari(e) > esp. contraría, histori(e) > historía, expatri(e) > expatría, etcétera. La anticipación del acento ocurre solo en el verbo vaciar (v. nota 17 y texto correspondiente), acaso por la atracción que ha ejercido sobre él la gran masa de verbos en -ciar que diptongan en su totalidad (v. § 2.13.4, 1.o). En resumen, el número de verbos en -iar que diptongan es muy superior al de los verbos en -iar que emplean el hiato (§ 2.13.2).

Pero donde se da mayor afinidad es entre los verbos en -iar del tipo -io y los verbos en -ear, verbos que en el habla popular de algunos territorios, especialmente americanos, han llegado a una fusión más o menos completa de sus formas silábicas y acentuales. En el gauchesco de Argentina, por ejemplo, un verbo como ladear conserva su estructura tradicional en las formas fuertes, con acento prosódico en e y separación silábica entre las dos vocales: ladeo /ladé-o/, ladea, ladean, pero sus formas débiles son como las de un verbo en -iar del grupo -io: ladiamos /la-diá-mos/ ladiara, ladiar, etc. (lo mismo que lidiamos, lidiara, lidiar). Inversamente, el verbo lidiar conserva la estructura tradicional en sus formas débiles: lidiamos /li-diá-mos/, lidiara, lidiar, etc., pero sus formas fuertes son como las de un verbo en -ear: lideo /lidé-o/, lidea, lidean (como ladeo, ladea, ladean), etc., con lo que los dos paradigmas, acentual y silábicamente, resultan iguales.